CHUST, VALLE DE FERGANA

CHUST

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En Chust, desde los tiempos remotos, la mujer no dependía económicamente del hombre. Tan pronto como la muchacha crecía, aprendía a coser el gorro típico (tubeteyka), que se podía vender en el mercado de Chust de las tubeteycas, donde se reunía todo Uzbekistán. La tubeteyca de Chust es el típico regalo que uno se lleva. Su altura determinará, a quien se le entrega, si es a una persona adulta o a un niño. Incluso hoy en día, no verá en Chust a nadie sin su tubeteyca en la cabeza, obviamente excepto a los turistas. Salir a la calle sin ella, se considera un acto indecente.


Aquí, visitarán la famosa familia de las maestras de Tujtabi-ona, participarán en la clase de maestría y verán el largo y minucioso proceso de la fabricación de las auténticas tubeteycas de Chust.
La cosen de satén verde oscuro o negro, hacen el pespunte de la tela con los acolchados más pequeños, y luego en estas minúsculas ranuras pasan los flagelos de papel – para reforzar su fabricación. Bordan con hilos de seda, envolviendo los acolchados delgados con un hilo muy fino, lo que da como resultado un dibujo ondulado y tridimensional. Uno de los temas centrales de las tubeteycas es la almendra, ya que la almendra simboliza prosperidad. Las tubeteycas de Kantik se hace también a mano, más concretamente por cuatro manos. 


La maestra tarda una semana en hacer una tubeteyca. Más tarde la llevan al mercado de Chust, situado en el cruce del barrio y cuyo mercado se celebra una vez por semana, y que además está siempre hasta los topes. Dichas tubeteycas son todo un símbolo, y representan la inmutable costumbre y la maestría de su fabricación que pasa de generación a generación.


El cuchillo de Chust es también un símbolo de calidad tanto para Uzbekistán como en el extranjero. Y uno se preguntará, “¿Qué diferencia hay entre cortar una zanahoria con el plov o con un cuchillo nacional o cerámico japonés?”, pues resulta que aquí, para los conocedores de la cocina, el cuchillo nacional uzbeko tiene un significado sagrado.


Una de las obligaciones de los viajeros es comprar en Tashkent el famoso cuchillo para regalar o para llevarse a casa de recuerdo. ¿Y sabían que el cuchillo nacional uzbeko es una arma blanca? Sin embargo, a principios de los 70, una serie de cuchillos de la República Soviética Socialista de Uzbekistán fueron declarados objetos de menaje y de recuerdo, por lo que se permitió su posesión como tal. La decisión del gobierno fue bastante acertada. Según su clasificación, el cuchillo nacional uzbeko se consideraba un recuerdo, que cortaba facilmente, tijereteaba y que se usaba en las cocinas de Tashkent, siendo afilado rápidamente y sin ninguna dificultad. 


Si van a comprar un cuchillo, tienen que ir al valle de Ferganá, la cuna de los famosos cuchillos uzbekos. Compren o no, el cuchillo sencillo es una compra excelente por su precio asequible, mucho más barato que en Tashkent, pero también pueden simplemente vagar por placer por el mercado del cuchillo para conocer a los maestros del arte de la cuchillería.